Un paseo memorable por nuestras montañas andinas

Invariablemente cuando se habla de nuestra ciudad y de nuestro estado la primera referencia que existe son las montañas, y es que contamos con la riqueza de tener muy cerca uno de los lugares más altos de Venezuela. Indiscutiblemente me refiero al Pico Bolívar, el cual posee una elevación de 4979 msnm. Pero aún hay más, pues para nuestra comodidad el ser humano hábilmente logró instalar un medio de transporte constituido por cabinas colgadas de un sistema de cables, con el cual podemos realizar un ascenso glorioso que nos traslada hasta al Pico Espejo a una altura de 4765 msnm.

Así pues, nuestra atractiva ciudad cuenta con el teleférico más alto y más largo del mundo por poseer más de 12,5 Kilómetros. Y nosotros, un grupo de estudiantes de la carrera de Educación mención Ciencias Físico Naturales (ULA), acompañados por la Prof. Milagros Chávez, tuvimos la oportunidad de realizar el majestuoso recorrido, mismo que se divide en las siguientes estaciones:

El primer tramo sale de la ciudad a 1577 msnm, estación llamada Barinitas, y llega hasta la estación la Montaña a 2422 msnm. Durante el ascenso podemos deleitarnos distinguiendo poblaciones como Tabay, la Parroquia, Ejido, entre otras. Asimismo, se puede observar el río Chama.

El segundo trayecto parte de la estación la Montaña y llega hasta la estación la Aguada a 3452 msnm, mientras ascendemos vamos adentrándonos a la espléndida selva nublada, propia de los páramos andinos, y también podemos seguir disfrutando de la panorámica de la ciudad.

El tercer trecho sale de la estación la Aguada y llega hasta Loma Redonda a 4045 msnm. Durante este trayecto, encontramos hacia abajo los valles de Mérida y hacia arriba el Pico Bolívar. Además, resalta a nuestra vista un tipo de planta de hojas aterciopeladas y dispuestas en una especie de rosetón, se trata del frailejón.

El cuarto y último tramo parte de la estación Loma Redonda y llega hasta Pico Espejo a 4765 msnm. Este tramo es fastuoso. Mientras ascendemos, se va sintiendo la cercanía de la cumbre, y cuando se mira hacia abajo se ven las lagunas: La Negra y la Colorada.

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Finalmente, llegamos al Pico Espejo, un sitio estupendo envuelto en neblina, que nos ofrece la oportunidad de apreciar un glaciar activo. Así, tuvimos el placer de apreciar de cerca el Pico Bolívar y hacia sus lados, los Picos Humboldt y Bonpland.

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Por último debo enfatizar que la experiencia fue maravillosa, la actividad que realizamos fue verdaderamente integradora, y no queda duda, no hay mejor manera de aprender que estando en contacto directo con la naturaleza.

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